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Resiliencia, denominación que utilizan los científicos para determinar el estado de los minerales que son expuestos a altas o bajas temperaturas sin sufrir modificación alguna. Resiliencia, palabra que utilizan los psicólogos para determinar a una persona que mantiene su esencia sin que los hechos o las circunstancias lo modifiquen o alteren el curso de su vida, como un ser social, cabal, definido. Resiliencia, en simples palabras, la resistencia a todo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Cabellos revueltos

Dormía. Dormía y soñaba. Dormía sobre el sillón beige y soñaba. Soñaba que se hallaba en la cima de un alto edificio y que la perseguían, se exasperaba ante la situación, el viento agitaba su lujurioso pelo amarillo y ondulado. Pensó en saltar y temió en caer, en morir, en obtener una muerte temprana, sin embargo sabía que en su pecho hendía una llama, un impulso que haría de ella una elevación, sabía que podría levitar pero que al mismo tiempo su deseo podría fracasar. Volteó. Volteó y avistó un hombre. Un hombre vestido de un color oscuro verde. Volvió a observar el horizonte de la jungla de cemento, las altas torres y el sol en su ocaso. Vio la multitud humana suplicando y apuntó sus ojos a la gran estrella del día. Los cerró, y luego saltó.

Lloraba. Lloraba y temía. Temía el porvenir de su hijo. No estaba en sus brazos. Parió con dolor y con pena, y esperaba. Esperaba que el tiempo postrero se apiadara de ella. Esperaba que su héroe viniese a rescatarla, pero lamentablemente sabía que no vendría, que ningún héroe vendría. A los héroes los callaron, los encerraron, los castigaron, los torturaron. Era una sola tierra. Un solo país. Un solo país dividido. Y ella, que lloraba en lo claustro y no era la única, sino que eran muchas, con sus cabellos oscuros, desalineados, sucios. Sucios y sin brillo. Sin brillo y sin amor, sin héroes.

Voló. Logró volar. En su pecho vibraba un grito de paz. Su amor fundido en su interior la levitaba. Cumplía con su mandato divino. Su pelo amarillo acariciaba el viento. Lograba huir aunque deseaba seguir amando. Amaba a esa multitud desconsolada. Los vio llorar. Los vio llorar y les pronosticó volver.

Velaba. Velaba y le dolía. Le dolían los niños y su futuro. El sin futuro de su niño. La muerte. Única certeza de lo que se espera y un Dios esperándolo del otro lado pero ausente en este presente siempre. Lloraba. Lloraba una ausencia. Sus pelos negros lo lloraban. Su niño enflaquecido  de miseria, de pobreza. Los vómitos de la nada. La desatención del Estado. Lloraba y lo velaba. Lo velaba y lloraba. Un vacío.

Despertó. Despertó y pensó. Pensó en su sueño y se apenó. Se afligió. Recordó su sueño y decidió como en él no dejar de volar, en amar a esa multitud, a esa jungla de cemento y toda su extensión del horizonte. Sus cabellos rubios y revueltos expresaban su aflicción. Retomó su libro que había abandonado a causa del peso de su sueño, y leyó: Sintió que algo se le posaba en sus cabellos, una mano de hierro aunque ligera. Agilulfo estaba arrodillado junto a él.
Sintió una mano también, y que se le posaba en sus cabellos amarillos. Ella volteó. Volteó y era él, su héroe. Su héroe de traje blanco.

Y dormía. Dormía y soñaba también. Dormía sobre el sillón beige y soñaba mientras que su libro permanecía en su pecho. Sus cabellos colorados y revueltos hablaban rebeldemente de una historia, de muchas historias. Despertó. Despertó y pensó en su sueño. Retomó su libro y leyó en él lo mismo que había leído una vez una mujer de cabellos rubios: Sintió que algo se le posaba en sus cabellos, una mano de hierro aunque ligera. Agilulfo estaba arrodillado junto a él.
Y ella también sintió una mano. Una mano en sus cabellos rojos. Y también volteó. Volteó y era él. Su héroe, su amor, su compañero y su esposo que estaba allí, de traje azul oscuro que la saludaba, para despedirse.



Juan Manuel Oviedo.




Breve análisis de "Cabellos salvajes"


Observamos que las descripciones que se hace sobre el o los personajes que se relatan en este breve cuento son en referencia a géneros femeninos. Advertimos que no solo se refieren a una sola persona sino a más, ya que la descripción se basa en los cabellos como "pelo amarillo y ondulado", "cabellos oscuros, desalineados, sucios", "pelos negros", nuevamente "cabellos amarillos" y por último "cabellos colorados y revueltos" y "cabellos rojos".
La mención del personaje de "cabello rubio" se anuncia en el primer párrafo y luego reaparece en el  tercero y en el quinto. Estos tres son el hilo conductor del sueño.
Ahora bien, intentar descifrar a la protagonista requiere indagar sobre el mismo texto y bagaje personal que se posea, puesto que es el texto quien nos deja rastros de ella.

La mujer de pelo amarillo y ondulado, que duerme sobre un sillón beige, sueña que está en la cima de un edificio que pretende volar a modo de escapatoria y que junto a ello advierte la persecución de un hombre vestido de un oscuro verde. Este hombre de verde oscuro, simbolizaría a la Fuerza Armada que pretende culminar con todo ideal y legado que ha dejado esta mujer de pelo amarillo. “El horizonte de la jungla de cemento” se referirá desde lo más lejano del país hasta el Gran Buenos Aires y capital (las altas torres), “la multitud humana suplicando” son los ciudadanos argentinos. El sueño que la mujer de cabello amarillo tiene, sería como una predicción de lo que vendría en el futuro.

En el párrafo tres, se continúa el relato en su vuelo, que vuela en paz. Dicho vuelo simbolizaría su muerte, que su cuerpo no se encuentra adherido al suelo. Esta mujer que ahora vuela, dice el texto que “Cumplía con su mandato divino” ¿cuál era ese mandato divino? La reivindicación de los pobres, de las mujeres y de los marginados de la época, tal mandato divulgado por el mismo Jesucristo que se relata en el Nuevo Testamento. Esta mujer observa a la población, los ve llorar pero también les promete volver, frase célebre de Eva Duarte de Perón “volveré y seré millones”.

En el quinto párrafo, esta mujer (Eva) despierta, piensa en el sueño y se aflige, retoma un libro del cual había abandonado la lectura por el sopor del sueño, ese libro es “El caballero inexistente” de Italo Calvino. Se encuentra en ese fragmento un nexo que se conectará con su realidad después del sueño y es allí en ese momento que aparece un hombre, un hombre de traje blanco, es decir del coronel Juan Domingo Perón.

Al respecto de los otros párrafos (segundo, cuarto y sexto), se relatan historias apartes a la de la mujer de pelo amarillo (Eva).
En el segundo párrafo se describe a una mujer que llora y teme, y teme por varias razones, el porvenir de su hijo, es decir el futuro también, el futuro de un hijo que ya no tiene en brazos. Esto nos hace referencia a una expropiación de bebés recién nacidos, propio de la dictadura militar. El relato anuncia que esta mujer espera, espera que la rescate su novio o esposo, que alguien la rescate de ese sitio en el cual se encuentra. Vemos en él que nos describe de lo que se ha hecho con ellos “A los héroes los callaron, los encerraron, los castigaron, los torturaron”, hace una descripción del país “Era una sola tierra. Un solo país. Un solo país dividido”. Aquí cabe mencionar antagonismos que percibía según el Gobierno militar dentro de la argentina, antagonismos creados por ellos mismos. El relato nos da una ubicación en su descripción en donde estaba esta mujer “lloraba en lo claustro y no era la única, sino que eran muchas, con sus cabellos oscuros, desalineados, sucios. Sucios y sin brillo.”

En el párrafo cuarto, nos cuenta sobre una mujer que vela a su hijo, advertimos que la presencia de un Dios ausente en su realidad, una realidad que no le concede respuestas, a su miseria, a su pobreza. Realidad reflejada a finales de la década del 90 por diarios argentinos que atestiguaban que había niños que morían de hambre, “La desatención del Estado” denuncia el texto.

En el sexto párrafo se observa una similitud con el quinto solo que en este varía en acciones menores y que la protagonista ya no es esta mujer de cabello amarillo sino que esta vez es una mujer de cabellos rojos o colorados.
A esta altura ya estamos en condiciones de advertir que el cuento nos ha narrado hechos históricos de la argentina y que la descripción de esta mujer de cabellos colorados o rojos es evidente que se nos refiere a Cristina Fernández de Kirchner. La historia se repite al igual que Eva, que despierta, piensa en su sueño y retoma el libro. Luego aparece un hombre que toca su cabello y ella observa que él es “Su héroe, su amor, su compañero y su esposo que estaba allí de traje azul oscuro”. Traje azul oscuro del cual siempre vestía Néstor Kirchner, esta intervención de él aparece saludándola como si fuera su último encuentro para la despedida.

Juan Manuel Oviedo.

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